Para destacar en un mercado saturado de antimicóticos y antibióticos vaginales, Liviaxan se posicionó como una solución rápida y efectiva, capaz de tratar infecciones vaginales en solo 3 días, frente a los 10 días del tratamiento convencional.
Un mensaje directo y diferenciador: eficacia terapéutica en solo 3 días para mejorar la adherencia y calidad de vida de las pacientes.
Las infecciones vaginales son una causa frecuente de consulta ginecológica y afectan significativamente la calidad de vida de las mujeres. El tratamiento habitual implica esquemas prolongados de hasta 10 días, lo que muchas veces reduce la adherencia y prolonga el malestar. En este contexto, Liviaxan se posicionó con una propuesta terapéutica disruptiva: una formulación que logra controlar la infección en solo 3 días, sin comprometer la eficacia ni la seguridad del tratamiento.
La estrategia se centró en comunicar de forma clara y visualmente potente esta ventaja competitiva. Se desarrollaron ayudas visuales, materiales digitales, campañas de correo electrónico y piezas para consultorio enfocadas en el beneficio de acortar el tratamiento sin perder efectividad. Además, se reforzó el mensaje con cápsulas educativas para el cuerpo médico y argumentos de venta diseñados para resaltar el impacto en la adherencia terapéutica y la satisfacción de las pacientes. Con esta campaña, Liviaxan logró consolidarse como una opción preferente dentro del arsenal ginecológico.